En muchas ocasiones observamos, que en aquellas profesiones que llamamos vocacionales, al cavo de un tiempo los profesionales que ocupan estos puestos, padecen grandes estados de ansiedad, estrés, agotamiento, depresión... que pueden deberse a muchos factores, pero en este post, vamos a intentar vislumbrar algunos indicios, conjeturas y sospechas de porque todo esto sucede.
Centrándonos en la figura profesional del TAPSD como posible puesto vulnerable a padecer dichas afectaciones y/o dolencias, con la intención de poder prevenir estas, en un futuro.
El Síndrome de Burnout.
El termino Burn Out o Burnout (quemarse por dentro), se aplicó en el mundo laboral en los años 70, siendo en 1969, la primera vez que se utilizó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha procedido al reconocimiento oficial del burnout o "síndrome de estar quemado" como enfermedad tras la ratificación de la revisión número 11 de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos (CIE-11), fijado para el próximo 1 de enero de 2022.
El "Síndrome Bornout" es un estado mental persistente de agotamiento que se relaciona con el trabajo y todo el entorno laboral. Sucede cuando tenemos la sensación de sobrecarga, desmotivación, incompetencia o un comportamiento disfuncional en el trabajo. Este trastorno energético, causado por la excesiva carga de trabajo, expectativas demasiado elevadas sobre el puesto de trabajo a cubrir, falta de formación, malas relaciones en el entorno laboral, la inexistencia de prevención en riesgos laborales, ausencia de apoyos... llegando afectar tanto a nivel psicosocial, emocional y físico, pudiendo derivar en graves depresiones.
Sintomatología.
Extrapolando este síndrome al mundo de la Dependencia estaríamos hablando del "Síndrome del Cuidador".
Que no es más que el propio Síndrome de Bournout, pero añadiéndole la vorágine de sentimientos a los que nos enfrentamos a la hora de atender a nuestros usuarios o familiares. Son sobre todo aquellos cuidadores no profesionales, los que más indice de padecimiento presentan ante esta lacra, aunque ningún profesional se libra de poder padecerla a lo largo de su recorrido laboral.
La persona cuidadora a menudo puede verse tan desbordada por las circunstancias que relegue a un segundo plano su propio cuidado mental, emocional y físico.
Como decíamos anteriormente los mas vulnerables ante este tipo de síndrome son aquellos cuidadores no profesionales, ya que en el contexto del Síndrome del Cuidador, es frecuente sentir impotencia y rabia, así como sentimiento de abandono o percibir que otros familiares se desentienden de la situación y de las necesidades de cuidado de la persona dependiente. Con frecuencia, además, los cuidadores se sienten culpables, por creer que no están haciendo suficientemente bien su ser querido.
Tanto es así, que cerca de un 90% de este tipo de cuidadores presentan alguna afectación del estado de ánimo, como apatía, irritabilidad, ansiedad o trastornos depresivos. Pudiendo sufrir también dolores musculares o de cabeza, alteraciones del sueño o desajuste gastrointestinal, entre otros.
De ahí, la importancia de la prevención de este tipo de síndromes.
¿Como prevenir este tipo de síndromes laborales?
Estos son los consejos que aportamos en este, tu espacio de encuentro "El Rincón del TAPSD", para prevenir tanto el Síndrome de Bornout como el Síndrome del Cuidador, a ti querido/a lector/a, te invitamos desde aquí a que compartas tu experiencia respecto a este tema con nosotros, si la has vivido, al igual que agradecemos que compartan diferentes formas de afrontar esta problemática o distintas formas de prevenirla.
A continuación os dejamos el link de la entrevista a Pablo A. Barredo en RNE, cuidador no profesional, que se tuvo que enfrentar la dura tarea de asistir a su madre tras el diagnostico de Alzheimer. Y creador del famoso blog "Diario de un Cuidador", y posteriormente del libro del mismo título, el cual visibiliza mundialmente la figura del cuidador.
El termino Burn Out o Burnout (quemarse por dentro), se aplicó en el mundo laboral en los años 70, siendo en 1969, la primera vez que se utilizó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha procedido al reconocimiento oficial del burnout o "síndrome de estar quemado" como enfermedad tras la ratificación de la revisión número 11 de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos (CIE-11), fijado para el próximo 1 de enero de 2022.
El "Síndrome Bornout" es un estado mental persistente de agotamiento que se relaciona con el trabajo y todo el entorno laboral. Sucede cuando tenemos la sensación de sobrecarga, desmotivación, incompetencia o un comportamiento disfuncional en el trabajo. Este trastorno energético, causado por la excesiva carga de trabajo, expectativas demasiado elevadas sobre el puesto de trabajo a cubrir, falta de formación, malas relaciones en el entorno laboral, la inexistencia de prevención en riesgos laborales, ausencia de apoyos... llegando afectar tanto a nivel psicosocial, emocional y físico, pudiendo derivar en graves depresiones.
Sintomatología.
- Nivel Psicosocial: Baja satisfacción laboral y autoestima, que se propaga al resto de facetas de nuestra vida. La persona que padece este tipo de síndrome tiende a estar frustrado y por lo tanto más irascible. Eso puede llegar a un aumento de accidentes y conflictos en el entorno laboral. Sus relaciones interpersonales se ven deterioradas, reduciéndose el trato solo a lo obligatorio y rutinario. El Bornout promueve la inseguridad y el nerviosismo en nuestras actividades y facilita la aparición de trastornos relacionados con la depresión y la ansiedad. El agotamiento emocional puede dar lugar al posible aumento de conductas de alto riesgo para la salud, como, consumo de tóxicos, ya sean drogas o alcohol, ludopatía, impulsividad, ira...
- Nivel físico: El cansancio, agotamiento y la baja energía es una de las características principales y probablemente, la más visible alguien que adolece este trastorno. Son frecuentes los dolores de cabeza, dolores musculares y taquicardias. El alto estrés facilita diversos problemas digestivos y en general produce una mayor debilidad de nuestro sistema inmunológico. Insomnio, las preocupaciones hacen que nos cueste conciliar y tener sueño de calidad, lo que redunda en mayor cansancio creando un bucle constante. En conjunto nos encontramos con un trabajador, en general, menos productivo y con mayor ratio de absentismo laboral.
Que no es más que el propio Síndrome de Bournout, pero añadiéndole la vorágine de sentimientos a los que nos enfrentamos a la hora de atender a nuestros usuarios o familiares. Son sobre todo aquellos cuidadores no profesionales, los que más indice de padecimiento presentan ante esta lacra, aunque ningún profesional se libra de poder padecerla a lo largo de su recorrido laboral.
La persona cuidadora a menudo puede verse tan desbordada por las circunstancias que relegue a un segundo plano su propio cuidado mental, emocional y físico.
Como decíamos anteriormente los mas vulnerables ante este tipo de síndrome son aquellos cuidadores no profesionales, ya que en el contexto del Síndrome del Cuidador, es frecuente sentir impotencia y rabia, así como sentimiento de abandono o percibir que otros familiares se desentienden de la situación y de las necesidades de cuidado de la persona dependiente. Con frecuencia, además, los cuidadores se sienten culpables, por creer que no están haciendo suficientemente bien su ser querido.
Tanto es así, que cerca de un 90% de este tipo de cuidadores presentan alguna afectación del estado de ánimo, como apatía, irritabilidad, ansiedad o trastornos depresivos. Pudiendo sufrir también dolores musculares o de cabeza, alteraciones del sueño o desajuste gastrointestinal, entre otros.
De ahí, la importancia de la prevención de este tipo de síndromes.
¿Como prevenir este tipo de síndromes laborales?
- Es importante conocer los limites de nuestra labor asistencial, y aprender a poner límites a nuestras ocupaciones.
- Al igual que tener un dominio de la situación, para ello, dependiendo del usuario con el que trabajemos deberemos de formarnos de la forma más específicamente posible, para así conocer la enfermedad o déficit al que nos enfrentamos y así comprender su evolución, las necesidades que debemos solventar y hacer de nuestra intervención, una intervención mucho más beneficiosa tanto para el cuidador como para el usuario.
- Deberemos reconocer y saber gestionar las propias emociones y sentimientos.
- Pedir ayuda cuando se necesite.
- Recuperar la propia identidad, más allá del rol de cuidador.
- Buscar espacios para uno mismo.
- Aprender a relajarnos.
- Ser realistas, positivos e intentar aliarse con el humor.
- Al igual que llevar estilos de vida saludables.
Estos son los consejos que aportamos en este, tu espacio de encuentro "El Rincón del TAPSD", para prevenir tanto el Síndrome de Bornout como el Síndrome del Cuidador, a ti querido/a lector/a, te invitamos desde aquí a que compartas tu experiencia respecto a este tema con nosotros, si la has vivido, al igual que agradecemos que compartan diferentes formas de afrontar esta problemática o distintas formas de prevenirla.
A continuación os dejamos el link de la entrevista a Pablo A. Barredo en RNE, cuidador no profesional, que se tuvo que enfrentar la dura tarea de asistir a su madre tras el diagnostico de Alzheimer. Y creador del famoso blog "Diario de un Cuidador", y posteriormente del libro del mismo título, el cual visibiliza mundialmente la figura del cuidador.
Link de acceso directo al blog "Diario de un Cuidador".
Link de acceso directo a la página donde podrás descargar de forma gratuita el libro "Diario de un Cuidador".
me he topado con el blog por casualidad y es muy útil! terminando el certificado.
ResponderEliminar